DISEÑOS PEDIDOS

Siempre que he tenido oportunidad he manifestado que los que opinan que una maqueta debe respetar la realidad, reducen a menudo este criterio a los aspectos que se refieren al paisaje, al material móvil y al mobiliario urbano olvidando el tema de la circulación ferroviaria. Por ejemplo, un tren que pasa por una estación en sentido este - oeste debería volver a pasar por esta misma estación, la próxima vez, en sentido oeste - este. Este es un criterio que, incluso grandes maestros como Stein, han ignorado en muchos de sus proyectos (véase, al respecto, la maqueta que realizó para Märklin, publicada en el especial 2 de la revista MásTren). Es muy frecuente ver excelentes maquetas basadas en un doble óvalo más o menos deformado que permite ver pasar trenes en sentidos opuestos pero en los que un tren determinado no "regresa" del punto del que ha salido.

Por esta razón todos mis diseños, excepto los llamados de "punta a punta", obedecen al criterio del "hueso de perro". El inconveniente de este diseño es que obliga a dos falsos bucles de retorno en los extremos del recorrido. Bucles que aprovecho para colocar al menos una segunda vía que permita la detención de un tren y la salida de otro dando la impresión de que el circuito es más largo.

Como la longitud del espacio acostumbra a no ser excesivamente larga la solución es doblegar estos bucles para que queden superpuestos a la parte central. Yo utilizo dos soluciones; una es poner uno de los dos bucles, oculto, debajo de la parte en la que se coloca la estación y el otro encima de la misma en un trayecto de montaña. Es la solución adoptada en las maquetas que aparecen en alguna página de esta web como, por ejemplo, las de "un cambio radical" o "una maqueta pequeña". La segunda consiste en poner los dos bucles, uno debajo del otro, por debajo del nivel de la estación. Es la solución que adopté en los "bucles bajo la estación" de Antonio y Jordi.