Cuando
uno llega a casa después de haber adquirido su flamante caja de
iniciación de casi seicientos euros se encuentra con un conjunto
de vías que le permiten construir un circuito con el que se aburrirá
mortalmente a la media hora. Vuelta a la tienda a adquirir vías
y desvíos. Doy por supuesto, al menos ese fue mi caso, que ningún
aprendiz tiene ya en mente la maqueta que querrá hacer. Y, como
es lógico, ni siquiere tiene el lugar, espacio y elementos necesarios
para colocar el material del que dispone. Eso se irá "conquistando"
poco a poco. Lo primero que pensé fue, pues hacer un circuito que
me permitiese jugar un buen rato sabendo que iba a hacerlo sobre el suelo
o sobre unos tableros encima de caballetes.
Mi
primer circuito, en el suelo, lo hice para probar la pendiente y altura
necesarias para que el tren pudiera pasar por encima de sí mismo.
Para entendernos, construir lo que se conoce como un "hueso de perro"
doblado sobre sí mismo.
Aunque mis primeros
planos los había hecho con papel cuadriculado y lápiz (incluso
llegué a intentarlo con el Excel puesto que no tengo ni idea de
programas ce diseño) pronto encontré el programa WinRail
que me permitió en versión "demo" hacer el esquema
correspondiente. El color azul representa el nivel del suelo, el color
verde las rampas de subida y bajada y el nivel rojo es el superior. Conclusión:
con poco recorrido el tren era capaz de subir y bajar los noventa centímetros
necesarios para cruzar por encima. No había que preocuparse pués
en demasía con las pendientes. Sobre todo teniendo en cuenta que
había puesto pocos tramos de vía recta y que podía
añadir tres o cuatro más para alargar el recorrido.
Lo
que quedaba bastante claro, no obstante, era la pobreza del recorrido.
Si el tren salía de la estación no podía regresar
a la misma. Esto lo solucioné rápidamente aprovechando los
desvíos curvilíneos de la caja de iniciación. Con
este añadido el tren podía salir y entrar en cualquier sentido
lo que me permitía, poniendo una segunda vía en la parte
recta inferior, que los trenes circularan alternativamente en ambos sentidos.
También me permitía que el tren de la estación interior,
retrocediendo un poco, pudiese seguir luego de cara por cualquiera de
los dos tramos de color gris y circular en ambos sentidos.
Había que
ver la manera de "colocar" un segundo tren e ir pensando en
dejar el suelo para no andar a cuatro patas.
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